Retomando el concepto de ciudadanía, se puede superar el concepto que solo enuncia las prerrogativas de los seres, antes bien se debe hablar de una ciudadanía como una práctica de vida.
A su vez, se habla de la ciudadanía activa, la que “Se manifiesta en el ámbito individual como participación; como responsabilidad, solidaridad y cooperación en la esfera público social, y como exigencia de fiscalización y rendición de cuentas en lo público político”(Vargas 1997), la cual debería prevalecer en cada comunidad que se jacte de demócrata, pero hay otro elemento que no permite que esto suceda: la pobreza.
Ya son dos conceptos que se constriñen, porque la pobreza se manifiesta en las formas más sutiles y estridentes, desde aquella en la que los recursos materiales no les permiten cubrir sus demandas básicas, hasta aquella pobreza de ciudadanía, “Situación social en la que las personas no pueden obtener las condiciones de vida-material e inmaterial-que les posibilite desempeñar roles, participar plenamente en la vida económica, política y social, y entender códigos culturales para integrarse como miembros de una sociedad. La pobreza de ciudadanía es no pertenecer a una comunidad en calidad de miembros plenos, y esto es, la exclusión social”( Bustelo:1999)
Por ello, es necesario y urgente trabajar en conjunto, ya no es el Estado como tal, sino las personas que conocemos algo más, los que debemos aportar un poco de claridad a quienes no la tienen, en la misma comunidad, en el sector educativo, en las organizaciones civiles, desterrar mitos de que sólo el gobierno o las instituciones encargadas de lo electoral, cubrirán esas carencias, es necesario hacer un bloque, una esfera de opinión pública en donde cada uno(a) de nosotros(as) sea participe de su ciudadanía.
XALAPA
lunes, 20 de julio de 2009
domingo, 5 de julio de 2009
CIUDADANÍA, DEMOCRACIA Y DESARROLLO
La ciudadanía, dirán aquellos jóvenes dispuestos a trasnocharse, se consigue cuando llegas a la mayoría de edad, obteniendo su credencial para votar. Sin embargo, eso solo es una parte del proceso de vivirla.
De acuerdo con T.H. Marshall(1950) en su ensayo “Citizenchips and Social Class”,establece el tratamiento en conjunto de los derechos civiles, políticos y sociales como un estatuto social que determina el sentido de pertenencia a la comunidad nacional y favorece la participación en la vida social. Es este el punto de arranque donde el concepto se toma como proceso de “construcción social”, ligado a las dinámicas de democratización, puesto que no debemos dejar pasar por alto el desvanecimiento de las fronteras, precisamente por la creciente demanda y uso de los medios de comunicación en tiempo y hora real, la Internet y otros dispositivos móviles como el teléfono celular, parte de la globalización, entre otros fenómenos sociales, lo que conlleva a que el concepto tradicional de Ciudadanía no conserve tal sentido de pertenencia.
De acuerdo a estos planteamientos, la UNICEF sostiene que la ciudadanía dota a las personas de la capacidad de construir o transformar leyes y normas que ellas mismas quieren vivir, cumplir y proteger para la dignidad de todos.
Es cuestionable, puesto que contempla un ámbito objetivo y otro subjetivo: el primero es de orden externo, condiciones que garanticen un cumplimiento del derecho que le asiste a la persona, como lo legal, institucional y financiero. El ámbito subjetivo se refiere a la habilitación de la persona para ejercerlos. Por lo tanto, tenemos charla para rato, puesto que si a esto sumamos la necesidad de que para conocerlos, nuestros compatriotas deben desarrollar capacidades personales acordes al ejercicio y la protección de sus derechos, perdónenme la expresión “estamos fritos y fritas” (por aquello de la equidad de género), pues si no se han cumplido las metas de Los Objetivos del Milenio, en el que se suscribe enseñanza primaria universal para todos, mucho menos una educación cívica ética consolidada. Por ende no puedo hablar mucho de DEMOCRACIA, sin soltarme una carcajada como mi amiga Mafalda, porque dista mucho de cumplirse, con el debido respeto de lo que llaman IFE, como órgano regulador de la misma. Mucho menos de que exista un DESARROLLO, y como está muy denso el tema, en la próxima entrega continuamos…
De acuerdo con T.H. Marshall(1950) en su ensayo “Citizenchips and Social Class”,establece el tratamiento en conjunto de los derechos civiles, políticos y sociales como un estatuto social que determina el sentido de pertenencia a la comunidad nacional y favorece la participación en la vida social. Es este el punto de arranque donde el concepto se toma como proceso de “construcción social”, ligado a las dinámicas de democratización, puesto que no debemos dejar pasar por alto el desvanecimiento de las fronteras, precisamente por la creciente demanda y uso de los medios de comunicación en tiempo y hora real, la Internet y otros dispositivos móviles como el teléfono celular, parte de la globalización, entre otros fenómenos sociales, lo que conlleva a que el concepto tradicional de Ciudadanía no conserve tal sentido de pertenencia.
De acuerdo a estos planteamientos, la UNICEF sostiene que la ciudadanía dota a las personas de la capacidad de construir o transformar leyes y normas que ellas mismas quieren vivir, cumplir y proteger para la dignidad de todos.
Es cuestionable, puesto que contempla un ámbito objetivo y otro subjetivo: el primero es de orden externo, condiciones que garanticen un cumplimiento del derecho que le asiste a la persona, como lo legal, institucional y financiero. El ámbito subjetivo se refiere a la habilitación de la persona para ejercerlos. Por lo tanto, tenemos charla para rato, puesto que si a esto sumamos la necesidad de que para conocerlos, nuestros compatriotas deben desarrollar capacidades personales acordes al ejercicio y la protección de sus derechos, perdónenme la expresión “estamos fritos y fritas” (por aquello de la equidad de género), pues si no se han cumplido las metas de Los Objetivos del Milenio, en el que se suscribe enseñanza primaria universal para todos, mucho menos una educación cívica ética consolidada. Por ende no puedo hablar mucho de DEMOCRACIA, sin soltarme una carcajada como mi amiga Mafalda, porque dista mucho de cumplirse, con el debido respeto de lo que llaman IFE, como órgano regulador de la misma. Mucho menos de que exista un DESARROLLO, y como está muy denso el tema, en la próxima entrega continuamos…
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